Co-Razón
¡El juego en los niños!
Actualizado: 20 may 2021

Estoy convencida que cuando hablamos de niñ@s debemos basarnos en investigaciones y hallazgos académicos-científicos que sustenten e ilustren cualquier opinión que se tenga o conclusión a la que se llegue. Es por esto que, para apoyar mi posición sobre la importancia de la interacción y la presencialidad en la educación de primera infancia, quiero citar algunos fragmentos de la tesis de maestría en intervención psicológica en contextos de riesgo de la universidad de Cádiz, titulada Las Nuevas Tecnologías en la Primera Infancia.
Así como los adultos aprendemos haciendo, los niños aprenden jugando; psicológicamente hablando, el juego es la actividad principal del niño, la vía para elaborar y expresar sus sentimientos y un hecho clave para desarrollar todo tipo de competencias intelectuales, sociales y morales (Aguilar, Carreras, Navarro y Martín, 2011). Los niños crecen jugando, de manera que el juego tiene efecto en todos los procesos del desarrollo infantil: desarrollo físico, sensorial y psicomotor, desarrollo afectivo y emocional, desarrollo cognitivo, desarrollo del lenguaje, etc. Del juego depende la imaginación y la creatividad, la adquisición de todo tipo de habilidades, la toma de conciencia de sí mismo y la construcción de la propia identidad personal.
Uno de los autores que más y mejor ha estudiado el juego en la infancia es Jean Piaget (1956), que nos dejó una excelente guía para analizar, a través del juego, el desarrollo cognitivo, subrayando la importancia de su papel en la construcción del conocimiento. A su aportación hay que sumar la de otros muchos autores, como es el caso de Vygotsky (1924), que destacó el papel del juego en el desarrollo de los procesos psicológicos superiores y como elemento de socialización; o el de Winnicott (1941), para quien el juego es la base y raíz de la capacidad para crear y utilizar símbolos, a la vez que una herramienta de diagnóstico y terapia.
Para Jean Piaget (1956), el juego forma parte de la inteligencia del niño, porque representa la asimilación funcional o reproductiva de la realidad según cada etapa evolutiva del individuo. En su teoría del desarrollo, sostuvo que los niños pasan por distintos estadios evolutivos, y se basó en el juego para determinar en la etapa en que se encuentran. Las principales etapas del desarrollo identificadas por Piaget son: estadio sensorio motor (de 0 a 2), estadio pre operacional (de 2 a 7), estadio de las operaciones concretas (de 7 a 12) y estadio de operaciones formales (a la edad 12 y más), distinguiendo además cuatro tipos de juegos: juego simbólico, de ejercicio, de reglas y de construcción, estos se consolidan en diferentes etapas del desarrollo de los niños.
El juego simbólico propio de la etapa pre operacional, consiste en simular situaciones, objetos y personas que no están presentes en el momento del juego, y favorece a la hora de comprender el entorno que les rodea, aprender y practicar conocimientos sobre los roles establecidos en la sociedad en la que está inmerso, favorecer el desarrollo de la creatividad e imaginación y desarrollar el lenguaje, ya que los niños verbalizan continuamente lo que hacen.
Por su parte, Vygotsky analiza, el desarrollo evolutivo del juego en la edad infantil destacando dos fases significativas: la primera, de 2 a 3 años, en la que juegan con los objetos según el significado que su entono social más inmediato les otorga; y la 15 segunda, de 3 a 6 años, que se caracteriza por "el juego dramático", con un interés por imitar el mundo de los adultos. De esta forma, avanzan en la superación de su pensamiento egocéntrico y se produce un intercambio lúdico de roles de carácter imitativo que, entre otras cosas, permite averiguar el tipo de vivencias que les proporcionan las personas de su entono próximo, favoreciendo esto el desarrollo de sus habilidades afectivas y comunicativas. Vygotsky (1924) refiere que el juego es una actividad social, en la cual gracias a la cooperación con otros niños, se logran adquirir papeles o roles que son complementarios, destacando así que el juego surge como necesidad de reproducir el contacto con lo demás.
